NOTIVIDA, Año X, Nº
741, 9 de noviembre de 2010 La Plata,
Argentina UN SER HUMANO NO ES UN
OBJETO INDUSTRIAL En su reflexión semanal en el programa “Claves para un
Mundo Mejor”, Mons. Héctor
Aguer, Arzobispo de “El
laboratorio, afirmó el prelado, no es el ámbito adecuado para el nacimiento de
un ser humano. No es adecuado a la dignidad de la persona humana … pareciera que
por medio de manipulación de gametos, como si tratara de un objeto industrial,
se puede fabricar un ser humano”. Tras
destacar “que aun nacido en esas circunstancias, el embrión humano es un ser
personal” y describir los abusos a los que la técnica da lugar (selección,
descarte, congelamiento de embriones) concluyó que “la técnica de la fecundación
in vitro consiste en jugar con la vida y con la muerte de miles y miles de
personas humanas” y la signó como “un nuevo holocausto, que se añade al ya
conocido del aborto”. A continuación el texto completo de la alocución
televisiva: “Mis
amigos televidentes hoy quiero comentarles algo acerca del Premio Nobel de
Medicina, que se adjudicó este año al Dr. Robert Edwards. Llamó la atención que
se lo premiara, después de más de 30 años, por haber logrado el primer
nacimiento de un ser humano mediante la técnica de la fecundación in
vitro”. “Este
reconocimiento tardío pone de nuevo sobre el tapete el juicio que hay que hacer
acerca de esta técnica que se ha difundido notablemente en todo el mundo y
también, aunque no hay una regulación legal, en la
Argentina”. “En
primer lugar habría que recordar que el laboratorio no es el ámbito adecuado
para el nacimiento de un ser humano. No es adecuado a la dignidad de la persona
humana que, como enseña el Concilio Vaticano II, es el único ser en el cosmos
visible que ha sido querido por sí mismo como imagen y semejanza de
Dios”. “Entonces, en la técnica que ha sido objeto de tan alto
reconocimiento se da una ambigüedad fundamental: pareciera que por medio de
manipulación de gametos, como si tratara de un objeto industrial, se puede
fabricar un ser humano. No es eso lo que corresponde a la dignidad del
nacimiento de la persona”. “Hay que
decir que aun nacido en esas circunstancias, el embrión humano es un ser
personal. Esto es una verdad científica y a la vez una verdad jurídica porque en
la actualidad se acepta, con toda razón, el estatuto jurídico del embrión
humano. Quiero decir con esto que desde el inicio, desde el instante de la
concepción, cuando se unen los dos gametos, allí aparece un ser nuevo
caracterizado por un ADN que lo identifica hasta la muerte y a lo largo de todo
su desarrollo vital, cualquiera sea éste”. “Por
medio de la fecundación in vitro el científico, el técnico podríamos decir, se
hace dueño de la vida y de la muerte. Es bien sabido que para lograr un
nacimiento se desperdician una cantidad notable de embriones y, por otra parte,
es muy común la selección. Se eligen aquellos que están en mejores condiciones,
aquellos de los cuales se puede preveer que no van a tener ninguna deficiencia;
los demás son descartados como objetos biológicos inservibles. Ahora bien: se
trata de seres humanos, se trata de personas
humanas”. “También
es muy común la práctica de la congelación de los embriones que se decide no
implantar pero ¿es aceptable que se congele a un ser humano? ¿Está esto de
acuerdo con su dignidad?” “Todo el
mundo sabe que hay miles y miles de embriones congelados en todo el mundo, de
seres humanos cuya suerte no se sabe cual será y que sufrirán deterioros o
morirán a causa de esas condiciones a las cuales se los somete. De paso, hay que
señalar el enorme negocio a que da lugar la aplicación del método de fecundación
artificial”. “Este
Premio Nobel, entonces, nos obliga a pensar otra vez la importancia de reconocer
verdades fundamentales que tienen que ver con la dignidad de la vida humana y
con su carácter sagrado, desde el inicio hasta su fin natural. No se puede, a
cualquier precio, lograr un nacimiento para satisfacer el respetable deseo de
una pareja de tener un hijo. Este deseo tiene que ajustarse a pautas éticas
objetivas”. “La
técnica de la fecundación in vitro consiste en jugar con la vida y con la muerte
de miles y miles de personas humanas. Podríamos hablar en este caso de un nuevo
holocausto, que se añade al ya conocido del
aborto”. _________________________________________ NOTIVIDA, Año X, Nº 741, 9
de noviembre de 2010 Editores: Lic. Mónica del Río y Pbro.
Dr. Juan C. Sanahuja Página web: www.notivida.org Email:
notivida@hotmail.com
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