UNIONES HOMOSEXUALES. EL DEBER DE OPONERSE

NOTICIAS GLOBALES, Año VIII. Documentación nº 706. Buenos Aires, 24 abril 2005

706) UNIONES HOMOSEXUALES. EL DEBER DE OPONERSE.

Presentamos la traducción de parte de la entrevista realizada por el Corriere della Sera al Cardenal Alfonso López Trujillo, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia. El cardenal la concedió con motivo de la media sanción en España, de la ley que crea la ficción jurídica del llamado “matrimonio entre personas del mismo sexo” (vid. NG 705).

Las palabras del cardenal López Trujillo recordando a los cristianos la obligación de ejercer su derecho a la objeción de conciencia y de oponerse a la ley inicua, sonaron mal a quienes siguen el pensamiento “políticamente correcto” impuesto por el Nuevo Orden Mundial, y muchos las atribuyeron a la cosecha del propio cardenal.

Lo dicho por López Trujillo forma parte del Magisterio ordinario de la Iglesia y se encuentra explicitado en la encíclica Evangelium vitae, citada en la entrevista original (vid. Evangelium vitae n. 74) y además, es fácilmente deducible, entre otros documentos, de los textos del Catecismo de la Iglesia Católica.

___________________

Entrevista al Cardenal Alfonso López Trujillo por Gian Guido Vecchi, Corriere della Sera, 22-04-05. (Traducción de NG):

SEXO HOMOSEXUAL

Objeción de conciencia para decir que no a las leyes inicuas. La obligación de oponerse: No es una opción facultativa: todos los cristianos deben oponerse. La discriminación: la Iglesia no discrimina a los homosexuales; merecen ayuda.

Eminencia, en España la Cámara (el Congreso de Diputados)  acaba de aprobar la ley que autoriza los matrimonios entre gays. ¿Cuál es su juicio?:

“Que yo sepa son tres los países que han sancionado este tipo de ley inhumana e inicua: Bélgica, Holanda y ahora España. Ud. me puede explicar, ¿estaban equivocados todos los hombres de todos los tiempos, de todas las culturas y de todas las religiones que han concebido la familia como la unión de un hombre y una mujer?. ¿Cómo se puede caer en tanta deshumanización?. El hombre se deshumaniza si pierde el sentido de los valores esenciales que tienen su origen en la Revelación y también en la razón (...). Insisto: ¿todos se han equivocado durante milenios?”.

“Hace pocos meses, el entonces cardenal Ratzinger, habló de una ley ‘destructiva’”.

¿Qué destruye?:

"Lo que están haciendo en España, con una mayoría (parlamentaria) bastante exigua, es la destrucción, ladrillo a ladrillo de la familia. ¿Se ha preguntado a las familias, qué es lo que quieren?. ¿Han hecho una investigación en profundidad? La familia es un regalo recíproco total entre hombre y mujer que exige fidelidad en el tiempo, exclusividad y la apertura a la nueva vida, a los hijos".

¿Cuándo comenzó esto?:

“Con una extraña idea de modernidad, de progreso sin límites, se empezó a modificar la definición de matrimonio en varias naciones de Europa, y con las así llamadas ‘parejas de hecho’ comenzó a circular una moneda falsa, una ficción jurídica: considerar como matrimonios a parejas que no quieren el matrimonio!”. (...) “Después se puso de moda hablar de “gender”, género, como si el ser varón o mujer no fuese debido a la naturaleza sino a una especie de convicción adquirida con el tiempo, un producto de la sociedad. Y así se preparaba el camino a las parejas homosexuales”. (...)  “Y ahora parece que cualquier modelo de asociación, como un club, puede ser una familia. Y se preguntan, ¿por qué no puede ser? Y miran a la Iglesia como si fuese retrógada, sin entender que la Iglesia no inventa nada, sino que es fiel a lo que ha dicho el Señor, principios que por otro lado son comunes a toda la humanidad”. (...)

Una ley enormemente inicua como ésta no obliga, no puede obligar. (...) No se pueden imponer cosas injustas a los pueblos, justamente, porque son inicuas. La Iglesia llama con urgencia a la libertad de conciencia y al deber de oponerse”.

¿Es lo que ocurriría con los empleados municipales?:

Hablo para todas las profesiones que tienen que ver de alguna manera, de cualquier modo, con la aplicación de la ley: tienen la obligación de recurrir a la objeción de conciencia como se pide a los médicos y enfermeras frente a un crimen como el aborto”.

No es una opción facultativa: todos los cristianos, como dice la Evangelium Vitae, deben estar dispuestos a pagar el precio más alto, quizás hasta perder su trabajo. Y además, no está solamente el problema de los ‘matrimonios’”.

La ley autoriza de hecho también la adopción, ¿no?:

“En el colmo del absurdo, se llega a lo más insensato y negativo de todo. Recuerdo que en 1989, Naciones Unidas reunió un congreso importantísimo sobre la infancia en el que se dijo: el principio fundamental es que la adopción haga bien a los niños y no a aquellos que adoptan. El niño no es un juguete, una cosa para placer (...), son las familias las que deben asegurar por el bien de estos niños, con amor, un futuro para ellos”. (...)

¿Qué le responde a los que acusan a la Iglesia de discriminación?

“Que la Iglesia no discrimina! La Iglesia no acepta que los homosexuales sean objeto de burlas, insultos o expresiones inhumanas. Son personas que merecen todo nuestro amor, acompañamiento y ayuda. Un creyente sabe que no es un problema de la Iglesia o del Papa, sino de oir lo que ha dicho el Señor. Ninguno de nosotros inventó nuevas teorías: no estamos acá en sustitución de Jesús, sino al servicio de la verdad y de la ley natural”

______________

Enc. Evangelium vitae n. 74: “La introducción de legislaciones injustas pone con frecuencia a los hombres moralmente rectos ante difíciles problemas de conciencia en materia de colaboración, debido a la obligatoria afirmación del propio derecho a no ser forzados a participar en acciones moralmente malas. A veces las opciones que se imponen son dolorosas y pueden exigir el sacrificio de posiciones profesionales consolidadas o la renuncia a perspectivas legítimas de avance en la carrera. (...) El rechazo a participar en la ejecución de una injusticia no sólo es un deber moral, sino también un derecho humano fundamental. Si no fuera así, se obligaría a la persona humana a realizar una acción intrínsecamente incompatible con su dignidad y, de este modo, su misma libertad, cuyo sentido y fin auténticos residen en su orientación a la verdad y al bien, quedaría radicalmente comprometida. Se trata, por tanto, de un derecho esencial que, como tal, debería estar previsto y protegido por la misma ley civil (...)”. FIN, 24-04-05

________________________________

NOTICIAS GLOBALES es un boletín de noticias sobre temas que se relacionan con la PROMOCIÓN Y DEFENSA DE LA VIDA HUMANA Y LA FAMILIA. Editor: Pbro. Dr. Juan Claudio Sanahuja

Citando la fuente y el nombre del autor, se autoriza la reproducción total o parcial de los artículos contenidos en cada número del boletín.

 

NOTICIAS GLOBALES, Año VIII. Documentación nº 705, Buenos Aires, 22 abril 2005

705) ESPAÑA: UNIONES HOMOSEXUALES. NOTA DE LA CEE

(vid. 655, 656, 670, 672, 687 entre otros)

El Congreso de los Diputados aprobó el 21 de abril, el proyecto de Ley que modifica el Código Civil para “extender” el derecho a contraer matrimonio a las pajeras del mismo sexo y a adoptar. El texto salió adelante con 183 votos a favor, 136 en contra y 6 abstenciones. Únicamente rechazaron el texto el Partido Popular y los diputados de UDC (Unión Democrática de Cataluña) que votaron en conciencia al entender que el matrimonio es esencialmente heterosexual y las uniones homosexuales deben regularse al margen de la institución tradicional del matrimonio, y por estar en contra de reconocerles el derecho a adoptar.

El texto será remitido ahora al Senado que deberá tramitarlo, con la particularidad de que en esta cámara el Partido Popular es el grupo mayoritario.

CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA

“El parlamentario católico tiene el deber moral de expresar clara y públicamente su desacuerdo y votar contra el proyecto de ley” que pretenda legalizar las uniones homosexuales”.

 Ante la discusión parlamentaria de una Ley injusta sobre el matrimonio

NOTA DE PRENSA

Madrid, 21 de abril de 2005

El Congreso de los Diputados ha puesto hoy a discusión una Ley que desfigura la institución del matrimonio en algo tan elemental como es su constitución por un hombre y una mujer. Se trataría por tanto de una Ley radicalmente injusta y perjudicial para el bien común. Se recuerda la Nota emitida en su día por el Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal a este respecto bajo el título de En favor del verdadero matrimonio.

2. Las personas homosexuales, como todos, están dotadas de la dignidad inalienable que corresponde a cada ser humano. No es en modo alguno aceptable que se las menosprecie, maltrate o discrimine. Es evidente que, en cuanto personas, tienen en la sociedad los mismos derechos que cualquier ciudadano y, en cuanto cristianos, están llamados a participar en la vida y en la misión de la Iglesia. Condenamos una vez más las expresiones o los comportamientos que lesionan la dignidad de estas personas y sus derechos; y llamamos de nuevo a los católicos a respetarlas y a acogerlas como corresponde a una caridad verdadera y coherente.

3. Con todo, ante la inusitada innovación legal anunciada, tenemos el deber de recordar también algo tan obvio y natural como que el matrimonio no puede ser contraído más que por personas de diverso sexo: una mujer y un varón. A dos personas del mismo sexo no les asiste ningún derecho a contraer matrimonio entre ellas. El Estado, por su parte, no puede reconocer este derecho inexistente, a no ser actuando de un modo arbitrario que excede sus capacidades y que dañará, sin duda muy seriamente, el bien común. Las razones que avalan estas proposiciones son de orden antropológico, social y jurídico.

4. a) Los significados unitivo y procreativo de la sexualidad humana se fundamentan en la realidad antropológica de la diferencia sexual y de la vocación al amor que nace de ella, abierta a la fecundidad. Este conjunto de significados personales hace de la unión corporal del varón y de la mujer en el matrimonio la expresión de un amor por el que se entregan mutuamente de tal modo, que esa donación recíproca llega a constituir una auténtica comunión de personas, la cual, al tiempo que plenifica sus existencias, es el lugar digno para la acogida de nuevas vidas personales. En cambio, las relaciones homosexuales, al no expresar el valor antropológico de la diferencia sexual, no realizan la complementariedad de los sexos, ni pueden engendrar nuevos hijos. (…)

El bien superior de los niños exige, por supuesto, que no sean encargados a los laboratorios, pero tampoco adoptados por uniones de personas del mismo sexo. No podrán encontrar en estas uniones la riqueza antropológica del verdadero matrimonio, el único ámbito donde, como Juan Pablo II recordó al Embajador de España ante la Santa Sede, las palabras padre y madre pueden “decirse con gozo y sin engaño”. No hay razones antropológicas ni éticas que permitan hacer experimentos con algo tan fundamental como es el derecho de los niños a conocer a su padre y a su madre y a vivir con ellos, o, en su caso, a contar al menos con un padre y una madre adoptivos, capaces de representar la polaridad sexual conyugal. La figura del padre y de la madre es fundamental para la neta identificación sexual de la persona. Ningún estudio ha puesto fehacientemente en cuestión estas evidencias.

b) La relevancia del único verdadero matrimonio para la vida de los pueblos es tal, que difícilmente se pueden encontrar razones sociales más poderosas que las que obligan al Estado a su reconocimiento, tutela y promoción. Se trata, en efecto, de una institución más primordial que el Estado mismo, inscrita en la naturaleza de la persona como ser social. La historia universal lo confirma: ninguna sociedad ha dado a las relaciones homosexuales el reconocimiento jurídico de la institución matrimonial.

El matrimonio, en cuanto expresión institucional del amor de los cónyuges, que se realizan a sí mismos como personas y que engendran y educan a sus hijos, es la base insustituible del crecimiento y de la estabilidad de la sociedad. No puede haber verdadera justicia y solidaridad si las familias, basadas en el matrimonio, se debilitan como hogar de ciudadanos de humanidad bien formada.

Si el Estado procede a dar curso legal a un supuesto matrimonio entre personas del mismo sexo, la institución matrimonial quedará seriamente afectada. Fabricar moneda falsa es devaluar la moneda verdadera y poner en peligro todo el sistema económico. De igual manera, equiparar las uniones homosexuales a los verdaderos matrimonios, es introducir un peligroso factor de disolución de la institución matrimonial y, con ella, del justo orden social.

Se dice que el Estado tendría la obligación de eliminar la secular discriminación que los homosexuales han padecido por no poder acceder al matrimonio. Es, ciertamente, necesario proteger a los ciudadanos contra toda discriminación injusta. Pero es igualmente necesario proteger a la sociedad de las pretensiones injustas de los grupos o de los individuos. No es justo que dos personas del mismo sexo pretendan casarse. Que las leyes lo impidan no supone discriminación alguna. En cambio, sí sería injusto y discriminatorio que el verdadero matrimonio fuera tratado igual que una unión de personas del mismo sexo, que ni tiene ni puede tener el mismo significado social. Conviene notar que, entre otras cosas, la discriminación del matrimonio en nada ayudará a superar la honda crisis demográfica que padecemos.

c) Se alegan también razones de tipo jurídico para la creación de la ficción legal del matrimonio entre personas del mismo sexo. Se dice que ésta sería la única forma de evitar que no pudieran disfrutar de ciertos derechos que les corresponden en cuanto ciudadanos. En realidad, lo justo es que acudan al derecho común para obtener la tutela de situaciones jurídicas de interés recíproco.

En cambio, se debe pensar en los efectos de una legislación que abre la puerta a la idea de que el matrimonio entre un varón y una mujer sería sólo uno de los matrimonios posibles, en igualdad de derechos con otros tipos de matrimonio. La influencia pedagógica sobre las mentes de las personas y las limitaciones, incluso jurídicas, de sus libertades que podrán suscitarse serán sin duda muy negativas. ¿Será posible seguir sosteniendo la verdad del matrimonio, y educando a los hijos de acuerdo con ella, sin que padres y educadores vean conculcado su derecho a hacerlo así por un nuevo sistema legal contrario a la razón? ¿No se acabará tratando de imponer a todos por la pura fuerza de la ley una visión de las cosas contraria a la verdad del matrimonio?.

5. Pensamos, pues, que el reconocimiento jurídico de las uniones homosexuales y, más aún, su equiparación con el matrimonio, constituiría un error y una injusticia de muy negativas consecuencias para el bien común y el futuro de la sociedad. Naturalmente, sólo la autoridad legítima tiene la potestad de establecer las normas para la regulación de la vida social. Pero también es evidente que todos podemos y debemos colaborar con la exposición de las ideas y con el ejercicio de actuaciones razonables a que tales normas respondan a los principios de la justicia y contribuyan realmente a la consecución del bien común. Invitamos, pues, a todos, en especial a los católicos, a hacer todo lo que legítimamente se encuentre en sus manos en nuestro sistema democrático para que las leyes de nuestro País resulten favorables al único verdadero matrimonio. En particular, ante la situación en la que nos encontramos, “el parlamentario católico tiene el deber moral de expresar clara y públicamente su desacuerdo y votar contra el proyecto de ley” que pretenda legalizar las uniones homosexuales.

6. La institución matrimonial, con toda la belleza propia del verdadero amor humano, fuerte y fértil, también en medio de sus fragilidades, es muy estimada por todos los pueblos. Es una realidad humana que responde al plan creador de Dios y que, para los bautizados, es sacramento de la gracia de Cristo, el esposo fiel que ha dado su vida por la Iglesia, haciendo de ella una madre feliz y fecunda de muchos hijos. Precisamente por eso, la Iglesia reconoce el valor sagrado de todo matrimonio verdadero, también del que contraen quienes no profesan nuestra fe. Junto con muchas personas de ideologías y de culturas muy diversas, estamos empeñados en fortalecer la institución matrimonial, ante todo, ofreciendo a los jóvenes ejemplos que seguir e impulsos que secundar. En este proyecto de una civilización del amor las personas homosexuales serán respetadas y acogidas con amor. FIN, 21-04-05

________________________________

NOTICIAS GLOBALES es un boletín de noticias sobre temas que se relacionan con la PROMOCIÓN Y DEFENSA DE LA VIDA HUMANA Y LA FAMILIA. Editor: Pbro. Dr. Juan Claudio Sanahuja

Citando la fuente y el nombre del autor, se autoriza la reproducción total o parcial de los artículos contenidos en cada número del boletín.