NOTIVIDA, Año V, nº 318, 30 de octubre de 2005 INCITACIÓN OFICIAL A LA PROMISCUIDAD El Ministro de Salud, Ginés
González García, ha reclamado reiteradamente educación sexual obligatoria en
todo el país. La semana pasada al participar de la presentación de un documento
sobre derechos humanos del Programa de
Naciones Unidas sobre SIDA (Onusida), reiteró su queja: “no hay
información en las escuelas” (…) "es imposible seguir con esta discriminación
educativa donde haya personas que no sepan los riesgos que corren” (vid.
Por su parte Las manifestaciones de ambos
funcionarios no dejan dudas sobre los riesgos morales que corren los alumnos de
los colegios de gestión pública o privada –incluidos los católicos- cuando la
asignatura Educación sexual es obligatoria y
curricular. Así se desprende de la
intervención de Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de A continuación trascribimos el texto completo de la alocución televisiva de Mons. Aguer: “¿EDUCACION O CORRUPCION
SEXUAL?” “Ustedes recordarán que, hace un
tiempo, cuando en el Congreso de “Hubo mucha gente que se
preocupó de las consecuencias que podían seguir a ese marco legal. Las
consecuencias están a la vista y pueden comprobarse frecuentemente y me
gustaría, hoy, hacer mención a un caso
que es paradigmático y que ustedes pueden multiplicarlo por cientos o por
mil”. “Es el caso de una escuela de
gestión estatal, chicos de trece años y aparece una persona que representa o es
enviada por alguna de esas instituciones o centros que se dedican a la
prevención y educación en salud y sexualidad. Le habla a esos chicos presentándoles la
sexualidad como un juego donde los chicos tienen que hacerse cargo de esa
dimensión lúdica del sexo”. “Hay que jugar con el sexo y
desmitologizar las consecuencias que frecuentemente se le adhieren a esta
realidad humana tan entrañable. Para eso, le dice a los chicos que tienen que “vacunarse”…. ¿Y cuál es la
vacuna? Lo que les proponen como
supuesta vacuna es para los varones el preservativo y la persona que da la
clasecita, señalando que el sexo es un juego asimilable a otras funciones
orgánicas, les reparte un preservativo a cada uno. No lo hacen para que lo usen
en ese momento pero sí para que lo estiren, lo inflen y se acostumbren a
él”. “A las chicas se les presenta toda la gama
de métodos anticonceptivos que existen y les dicen que ellas tienen derecho
a ir a un hospital y colocarse un dispositivo intrauterino sin necesidad de que
sus padres se enteren”. “¡Esto que les cuento está
ocurriendo. No lo estoy inventando!... Me pregunto y les pregunto: ¿qué nombre hay que darle a eso? ¿Así
es como se están preparando las futuras generaciones argentinas? En lugar de
enseñarles a los chicos a dominar sus impulsos, a canalizarlos, a hacer una
referencia a la sexualidad como aquello que le da pleno sentido que es el amor,
la transmisión de la vida y, por tanto, la constitución de la familia mediante
el matrimonio”. “¡Esto no puede llamarse educación sexual porque de
educación no tiene nada!. Es sólo instrucción descaminada e inicios de
corrupción. Habría que decir que se trata de una corrupción
legal. Y digo legal porque
existe un marco legal que, desgraciadamente, lo autoriza y se trata de una
invasión intolerable de los derechos de los padres respecto de la educación de
sus hijos. Les recuero que estoy hablando sobre el ejemplo de chicos y chicas de
trece años”. “Aquí se juega una cosa muy
delicada y muy grave. Me parece que
tenemos el derecho de hablar de corrupción porque aquí se está desviando la
orientación de los chicos de una vida verdaderamente sana. Además se los
está engañando haciéndoles creer que esta “vacuna” es válida cuando uno sabe
perfectamente cuales son las consecuencias”. “Aquí hay una incitación, dicho con
palabras un tanto anticuadas, a la fornicación, a la lujuria, a la promiscuidad
y a todo aquello que disuelve a la persona y, en definitiva, disuelve a la
familia y a la sociedad”. “Todo esto ocurre al amparo de las
leyes. Los padres de familia
que están escuchando y conocen todo esto tienen que hacer todo lo posible por
enterarse que se enseña a sus hijos en los colegios. Y digo en todos los
colegios no sólo en los estatales sino también en los de gestión privada y aún
en aquellos del sistema educativo católico”. “Al enterarse y ver de que se
trata, si ven que pasan cosas como estas
los padres tienen el derecho de presentar amparos ante la justicia porque no
es posible que se obre de esta manera. Nadie dice estas cosas que suceden. Las
leyes se aprobaron y, entonces, esto es lo que ocurre. Yo quiero llamar, otra
vez, la atención sobre esto tan delicado que hace a la educación de nuestros
chicos. Hasta el próximo sábado si Dios quiere”.
FIN ___________________________________ NOTIVIDA,
Año V, nº 318, 30 de octubre de 2005 Editores:
Pbro. Dr. Juan C. Sanahuja y
Lic. Mónica del Río Página web http://www.notivida.com.ar Email notivida@notivida.com.ar Para suscribirse al boletín ingrese
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