NOTIVIDA, Año
IV, nº 247, 25 de septiembre de 2004 Ciudad de
Buenos Aires, Argentina LA “EDUCACIÓN SEXUAL” A EXAMENMientras el
ministro de Salud, Dr. Ginés González García, asegura que hay que dictar
educación sexual obligatoria en los colegios primarios y aprovecha el día del
estudiante para repartir, personalmente, preservativos en los bosques de
Palermo; el diario La Nación exhibe los resultados
de una encuesta, realizada entre los días 14 y 21 de este mes, en la que más de
dos tercios de los 8.204 votos emitidos, respondió que NO se debe impartir educación sexual
obligatoria en los colegios. Simultáneamente,
la Comisión de Educación de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, que
encabeza el macrista Marcelo Godoy, realiza, los días viernes a las 14.30 hs.,
una ronda de sesiones especiales destinadas a escuchar opiniones y recibir
aportes, sobre el Proyecto de Ley "Directrices de Educación Sexual Integral",
expediente número 2081-D-03, redactado por la Sociedad de integración
gay-lésbica argentina –SIGLA- y presentado por los diputados kirchenistas Suppa
y Kravetz, y la macrista Polimeni (vid Notivida n°s 164,
166, 233 y 246). El cronograma previsto destina
un día para la participación de cada uno de los siguientes sectores: organismos
gubernamentales, legisladores, ONGs, organismos religiosos, expertos y docentes.
En la primera de
esas reuniones, realizada el 10 de septiembre, se escuchó a los funcionarios.
Expusieron en esa oportunidad: la Directora
General de Educación Superior, Graciela Morgade, que, en representación de la
Secretaría de Educación, solicitó un texto más general y amplio que le deje
a la Secretaría fijar contenidos y enfoques. El resto de los participantes
sostuvo que es necesaria una ley de educación sexual obligatoria y, para no
retrasar la sanción del proyecto, acordó con la iniciativa. Ellos fueron: la
diputada nacional Juliana Marino; Enrique Camia de la Comisión de Minorías
Sexuales de la Provincia de Córdoba; María Elena Naddeo del Consejo de los
Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes; y la ex diputada María José Lubertino.
La segunda de las reuniones –la de los organismos
religiosos- debía llevarse a cabo el 17 de septiembre, pero se trasladó al 15 de
octubre, porque la Vicaría para la educación de la Arquidiócesis de Buenos Aires
no había recibido formalmente la invitación. Ayer, 24 de
septiembre, se realizó la reunión, que nucleó a las ONGs. Participaron en ella
desde abortistas confesos a firmes defensores de la familia y la vida.
Estuvieron invitados: el Centro de Estudios, Terapia e Investigación Sexual, la
World Association of Sexology, el Instituto Social y Político de la Mujer, la
Asociación Argentina de Protección Familiar, la Asociación Argentina para la
salud sexual y reproductiva, la Asociación Multidisciplinaria para la salud y la
sexualidad, el Centro Latinoamericano Salud y mujer, la Asociación Argentina de
Educadores Sexuales, los Padres en Red, los Jóvenes en Acción, la Sociedad
Argentina de Pediatría, la Comisión Arquidiocesana de Padres, la ong Pro-Vida,
la asociación Pro-Familia, el Foro del sector social, el Movimiento Cívico de
Mujeres y la Confederación de Uniones De Padres de Familia de la República
Argentina. Expusieron a favor del proyecto el pastor evangélico luterano
Lisandro Orlov, María Luisa Lerer, León Gidin, Virginia Martínez Vedier, Andrea
Gómez, Salomone, etc. En contra: Roberto Castellano, Chinda Brandolino, Carmen
Sicardi, Ma. del Carmen Grimaux, Ramilo Álvarez, Martín, Malavasi,etc Mónica del Río, invitada en su carácter de presidenta
del Movimiento Cívico de Mujeres, fue anunciada finalmente, como integrante del
Boletín Notivida. Dado que sus declaraciones fueron reproducidas en forma
parcial por el diario
Página 12 en el día de la fecha, compartimos con los suscriptores el texto
completo de su exposición: Agradezco al diputado Jorge Enríquez y a la Comisión
de educación, la invitación que se me ha cursado. Soy, como se anunció,
editora del Boletín Notivida y, además, presidenta del Movimiento Cívico de
Mujeres; pero también soy madre de familia, como la mayoría de las mujeres de
nuestro movimiento. Inexplicable y lamentablemente, cuando esta Comisión previó
la participación de los actores sociales involucrados en el proyecto de
educación sexual, omitió a los padres de familia. Se destinó un día para
escuchar al Estado, otro para los credos, otros para las ONG, otro para los
docentes y, en consonancia con lo que se impulsa, se ignoró a los padres de
familia. Por tal motivo vamos a aprovechar esta oportunidad para manifestarnos
desde esa condición -que tanto nos enorgullece- la de madres de familia.
Los derechos naturales de los
padres Engendrar a los hijos aneja obligaciones. Ni los
animales dejan librada a su suerte a su cría. La acompañan hasta que ésta pueda
valerse por sí misma. Qué menos puede hacer una persona. Pero en el ser humano
valerse por sí mismo no es sólo poder desplazase o comer, es ante todo poder
tomar decisiones, en base a principios, que deberán estar previamente
consolidados. Toda obligación trae, como contrapartida, derechos.
Quien tiene una obligación tendrá también todos los derechos necesarios para
cumplir con ella. Cuando se le asigna a alguien una misión, deben
otorgársele las facultades necesarias para cumplirla. Por ejemplo, un gerente de
empresa puede darle al personal, órdenes encaminadas a mejorar el rendimiento de
la empresa que no podría darle otro, lo puede hacer, tiene derecho a hacerlo,
porque es su responsabilidad sacar la empresa adelante. Del mismo modo, los padres, para poder cumplir su
misión educadora, tienen especiales derechos; por ejemplo, el derecho a escoger
un determinado colegio, a transmitir principios morales, a corregir la conducta
de los hijos... Subsidiariedad del Estado El Estado no puede avasallar ese derecho de los
padres a educar a los hijos. Su rol es subsidiario. Vale decir, debe ayudar a
los padres en aquellas cosas que éstos no puedan hacer por sí solos.
La escuela debe completar la formación que le dan los
padres a los hijos, sobre todo en cuánto a la instrucción que no pueden
impartir. Todo grupo social debe respetar a los de orden menor,
apoyándolos, subsidiándolos. Jamás puede destruirlos, absolverlos o
reemplazarlos. Nunca es lícito para una comunidad, hacer lo que podría hacer una
asociación más pequeña. Los grupos de orden superior tienen que crear las
condiciones para que las asociaciones menores puedan cumplir su misión. Eso es
lo único que garantiza un orden social justo, lo contrario caracteriza a los
regímenes totalitarios. El proyecto Lo que el proyecto propone
enseñar no son, como algunos sostienen, meros conocimientos científicos –y aún
desde ese punto de vista los temas propuestos son discutibles-. Esta ley
promueve conductas. El mismo proyecto menciona que se impartirán contenidos
“cognoscitivos y
actitudinales“. Y esas actitudes
tienen graves implicancias morales. Nosotros no estamos en contra de la educación sexual,
es parte importante de una educación integral. Lo que no admitimos es que la
imparta el Estado, que en este caso, además, pretende imponer una educación
materialista y banalizadora del sexo, que convierte al sexo -fuente de vida- en
mera diversión. Si a los padres –como dicen algunos, menospreciándonos- nos
falta capacitación para educar a nuestros hijos en la sexualidad, deberían
facilitarnos los mecanismos para que podamos hacerlo. Es loable en este sentido el proyecto presentado,
recientemente, por los diputados Lynch y Enríquez que propone la creación de
talleres de educación sexual para padres. El debate Escuchamos, reiteradamente, que
esto no es viable porque los chicos de la villa no tienen padres que se ocupen
de ellos ¡Cuánta distinción clasista! ¡Cuánto prejuicio oligárquico!. Es cierto
que hay gente humilde con déficit cultural, pero nadie pone ahínco en
subsanarlo. En vez de enseñarles a ser mejores padres, como a animales le
arrebatan la cría para ocuparse de ella. ¿Son subhumanos? ¿son irremediablemente
incapaces? ¿No es discriminación injusta ese tan repetido: “a esos negros hay
que ligarles las trompas” o esto de “esos negros no saben educar a sus hijos, se
tiene que ocupar el Estado”?. Es evidente que al Estado le resulta más cómodo y
económico, convertir a la gente de la villa en “esclavos culturales”, que saldar
la deuda social pendiente.
Se rasgan las vestiduras por la
Ley de Patronato y todas las organizaciones de DDHH, al referirse a los
proyectos de Protección integral al niño en estudio en el ámbito nacional, han
hecho foco en que “los chicos y
adolescentes no sean separados de sus padres por carencias materiales”, sin
embargo, no se ve mal arrebatárselos para adoctrinarlos
sexualmente. Dicen, también, que la ley no
será coercitiva. Si esa fuera la intención se propondría dictar educación sexual
fuera del horario escolar y de modo optativo. Aseguran que no se oponen a los
padres y el proyecto de marras
avasalla explícitamente sus derechos. Dice el art. 14º “Padres, madres y
tutores de alumnos reciben información y participan del espacio
interdisciplinario en la elaboración de programas y actividades”. Es evidente
que “participar” de un proceso de decisión implica tener que consensuar con
otros la decisión, lo que equivale a no decidir. Al respecto de este art. aclaró
Ma. Elena Naddeo, en la reunión anterior, “Resulta claro que no se trata de
pedir autorización de los padres, sino de invitarlos a participar en el proceso
educativo”. Nos invitan a tener “parte” en lo que, natural y legalmente, nos
corresponde. Llaman educación sexual a la promoción de conductas
desordenadas. Mientras que en nutrición se ve a la obesidad como la consecuencia
de un desorden que hay que evitar fomentando buenos hábitos nutricionales, dieta
sana, balanceada, etc. En materia de sexualidad la conducta desordenada se
considera inevitable y no se intenta formar buenos hábitos sino reducir los
riesgos del desorden. Afirman que los chicos de hoy tienen que “aprender a
cuidarse”. No queremos que le enseñen eso a nuestros hijos. Estamos tan
convencidos de que hay que ser casto, como de que no hay que robar. ¿Quién
aceptaría que a su hijo le den clases para robar “sin riesgo”? ¿Quién aceptaría
que le digan a su hijo que si sale a robar, use un chaleco antibalas para que no
lo maten? Todos coincidirían en que eso es apología del robo. Pues bien,
nosotros intentamos educar en la honestidad, y también en la castidad ¿con qué
derecho nos lo impiden? Por razones de tiempo no voy a detallar la
legislación vigente -que avala nuestro reclamo- y me limitaré a dejarla en la
Comisión; pero múltiples tratados internacionales, que en nuestro país gozan de
rango constitucional, reconocen
este derecho de los padres, luego,
cualquier proyecto de educación sexual –sea que lo elabore SIGLA o la Vicaría
para la educación- es, además de inicuo, notoriamente inconstitucional.
Mónica del
Río 24/09/04 Anexo Los derechos de los padres en la legislación
vigente Declaración Universal de
Derechos Humanos Art.
26.
3. Los padres
tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a
sus hijos. LEY 23.849 Aprobación de la Convención sobre los Derechos del
Niño Art.2
(...) “las cuestiones vinculadas con la planificación familiar atañen a los
padres de manera indelegable de acuerdo a los principios éticos y morales,
interpreta que es obligación de los Estados, en el marco de este artículo,
adoptar las medidas apropiadas para la orientación a los padres y la educación
para la paternidad responsable”. Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos Art.
18.4. Los Estados
Partes en el presente Pacto se comprometen a respetar la libertad de los padres
y, en su caso, de los tutores legales, para garantizar que los hijos reciban la
educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias
convicciones. Convención Americana
sobre Derechos Humanos, ‘Pacto de San José de Costa
Rica’ Artículo 12.
4. Los padres, y en su caso
los tutores, tienen derecho a que sus hijos o pupilos reciban la educación
religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.
Código Civil, art. 265, dice ” Los hijos menores de edad están bajo la autoridad y
cuidado de sus padres. Tienen éstos la obligación y el derecho de criar a sus
hijos, alimentarlos y educarlos...” ___________________________________ NOTIVIDA,
Año IV, nº 247, 25 de septiembre de 2004 Editores: P.Juan
C. Sanahuja y Mónica del Río Página
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