NOTIVIDA, Año I, nº 62, Buenos Aires, 1-XII-01

Buenos Aires, Argentina

EL SENADO POSTERGA EL TRATAMIENTO DEL PROTOCOLO DE LA CONVENCIÓN DE LA MUJER Y DEL PROYECTO DE SALUD SEXUAL (SALUD REPRODUCTIVA).

Gracias a Dios, como pretendíamos, se ha postergado en el Senado de la Nación, el tratamiento del Proyecto de ley de salud sexual y procreación responsable y el del Proyecto de ley de ratificación del Protocolo Facultativo de la Convención de la Mujer. El transcurso de los acontecimientos hizo que en estos últimos días los dos temas resultaran “pegados” uno al otro, en la cabeza de los legisladores.

Esta postergación del tratamiento, es sólo eso una postergación, por lo tanto hemos de mantenernos alerta y seguir trabajando con el mismo o mayor empeño.

Pretendemos que el Protocolo no se ratifique, porque -con declaración interpretativa o sin ella-, nos sometería al Comité de la ONU de Seguimiento de la Convención.

Pretendemos que el proyecto de salud reproductiva tampoco se sancione porque, entre otras cosas, no respeta íntegramente la patria potestad; no incluye en su mismo texto la objeción de conciencia de los profesionales de la salud y la educación, y deja en manos de la Administración Nacional de Medicamentos (ANMAT), que ya aprobó algunos productos abortivos como anticonceptivos, la autorización de nuevas fórmulas químicas de anticoncepción, posiblemente abortivas.

OFENSIVA CONTRA LOS DERECHOS FUNDAMENTALES

Los proyectos de la “cultura de la muerte” y destrucción de la familia, se suceden. El día 28 de noviembre, entró en el Senado el proyecto de ley sancionado en la Cámara de Diputados, “sobre el régimen de protección integral de los niños, niñas y adolescentes”, con el número CD-121/01, que fue votado entre los más de 500 proyectos que diputados votó en dos días. De este proyecto dimos cuenta hace tiempo; en él desaparece la patria potestad; se consagran los llamados “derechos reproductivos y sexuales de los niños”; se sustrae al menor de la autoridad de sus padres y se lo pone bajo la jurisdicción del Estado como en Alemania nazi o la ex-Unión Soviética). (Vid. Noticias Globales 243 y 440). Tenemos, por lo tanto, que seguir creando conciencia en nuestros conciudadanos de la necesidad de intervenir e influir en la cosa pública.

Fue sancionado por el Senado, también en estos días, sin estudio, sin debate público y sin consultar a los profesionales interesados, un proyecto de ley totalitario de objeción de conciencia, que no pedimos ni gestionamos, impulsado por el Senador Martínez Almudevar. Uno de nuestros reclamos fue siempre y sigue siendo, que se incluya en el mismo texto de los proyectos de ley de salud reproductiva y de educación sexual, -aunque no por eso dejarían de ser proyectos inicuos-, el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales de la salud y de la educación, sin limitaciones y sin creación de registros que cercenan la libertad de trabajo discriminando a las personas que ejerzan el derecho humano básico a la objeción de conciencia. El trámite fue tan rápido y desprolijo que se planteó como una reforma de la ley del ejercicio de la medicina (17.132), como lo indica el expediente del Senado 485/01, distinta a la que sancionó diputados en abril de este año, y lo que resultó fue un nuevo proyecto de ley, tal como lo plantea el Orden del Día 993/01.

JUSTOS RECONOCIMIENTOS

Por su actuación en la postergación del tratamiento de los proyectos de salud sexual (reproductiva) y de ratificación del Protocolo, queremos expresar nuestro reconocimiento al Senador José Luis Gioja, hasta ahora presidente del bloque justicialista.

En cuanto al proyecto de salud sexual, destacamos en primer lugar la acción del Dr. Omar Vaquir, llevada a cabo hasta agosto en que dejó su banca en el Senado, y además la de los Senadores Alberto M. Tell y Roberto Ulloa y la de la Senadora Negre de Alonso. Al Senador Tell y al Dr. Vaquir, debemos un extenso memorandum rechazando íntegramente el proyecto.

Mientras que el Dr. Vaquir ocupó la presidencia de la Comisión de Salud Pública, el proyecto de salud sexual no prosperó y se preveía una ronda de consultas con asociaciones de padres y profesionales, afectados por el proyecto, en orden a estudiar sus reclamos -debate al que se negó la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados-. Además, el proyecto era objetado por el Dr. Vaquir por sus graves errores de técnica legislativa.

Cuando el Dr. Vaquir se alejó del Senado, el expediente empezó a correr impulsado por los Senadores Martínez Almudevar y Salum, y, salvo la disidencia total del Senador Gioja, los integrantes de las tres comisiones que lo “estudiaron”, lo aprobaron sin objeciones. (Martínez Almudevar fue el impulsor de la primera ley de salud reproductiva que se sancionó en el país, la de La Pampa, en 1990. También impulsó la ley de  La Pampa, Jorge Rodríguez, jefe de gabinete en parte de la presidencia de Carlos Menem).

Consideramos que este apuro por legislar a favor “de la cultura de la muerte” es un abuso de poder, sobre todo cuando los tribunales están dando la razón a los padres de familia en algunos aspectos relacionados con este tipo de leyes y reglamentaciones.

En cuanto al proyecto de ratificación del Protocolo, agradecemos a los Diputados Nacionales Juan Carlos Ayala y José Oscar Figueroa, los dos únicos legisladores que presentaron proyectos de rechazo al Protocolo, que constan en las publicaciones oficiales del parlamento.

Destacamos las acciones de la Senadora Negre de Alonso, las del Senador Villaverde y las de los miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores, Senadores Meneghini, Tell y Ruggero Preto, que a pesar de haber firmado el despacho, al informarse más sobre el tema, se opusieron al tratamiento del proyecto.

Agradecemos a todos los que nos acompañaron, a los que en Argentina y en el exterior se unieron en la oración. A los que en Buenos Aires y en el interior del país, hicieron cientos de variadísimas gestiones; a los que hicieron presentaciones por escrito ante el Senado; a los que asistieron a entrevistas con legisladores y asesores; y a los que estuvieron al pie del cañón tratando de ganar la calle. Reconocemos también a todos aquellos que aún con una postura opuesta a la nuestra, escucharon nuestras razones. Esperamos que todo esto se multiplique en los próximos meses.

También esperamos por parte del nuevo senado un debate público, claro. Un debate en el que los padres de familia, los profesionales y todos los que se consideren afectados por estos proyectos sean escuchados y tenidos en cuenta. Un debate en el que las ideologías sean dejadas de lado y en el que respetando el orden natural se conjuguen las reglas de la convivencia democrática, la Constitución Nacional y las resoluciones judiciales.

Rueda de Enlace de ONG’s. FIN.

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NOTIVIDA, Año I, nº 62, Buenos Aires, 1-XII-01

Editores: Pbro. Dr. Juan C. Sanahuja y Lic. Mónica del Río

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