Declaración
de obispos de Europa ante el programa de investigación con células
madre
«Revés para la protección
de los embriones: la Unión Europea afronta un notable desafío
ético»
Comisión
de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea
(COMECE)
El
Secretariado de la COMECE ha seguido la preparación del 7º Programa Marco de
Investigación para el periodo 2007-2013. Expresa su profunda decepción respecto
a la decisión del Consejo Europeo de Ministros de 24 de julio de
2006.
La Iglesia
católica reconoce la importancia del desarrollo de una economía basada en el
conocimiento, investigación e innovación en la Unión Europea. A este fin,
el 7º Programa Marco de Investigación (PMI) es un instrumento esencial para
apoyar la investigación y la innovación en la Unión Europea. La sesión
plenaria de la COMECE, en noviembre de 2005, reconoció que «ciencia e
investigación prestan contribuciones notables a la calidad de vida,
especialmente en el área de la salud, donde se dispone de nuevas opciones
terapéuticas. Son también un importante factor de desarrollo
económico».
Como el
programa precedente, en su actual forma el 7º PMI sigue promoviendo la
investigación en células madre de embriones humanos con el apoyo del Parlamento
Europeo. Esta es la actual situación a pesar de la oposición de algunos Estados
Miembros que no han logrado obtener mejores garantías para el respeto de la
dignidad humana, en las negociaciones en el Consejo Europeo de Ministros del
lunes, 24 de julio.
Con el fin
de complementar el acuerdo alcanzado por el Consejo de Ministros,
la Comisión
Europea añadió una declaración de 12 puntos que prevé en
concreto que el 7º PMI no financiará la destrucción de embriones humanos, pero
financiará la investigación con células madre embrionales resultado de tal
destrucción.
Esta
declaración es muy insatisfactoria porque la financiación europea de células
madre embrionales corre el riesgo de promover en los Estados Miembros la
destrucción de embriones humanos. Por consiguiente, el Secretariado de la COMECE
reitera su objeción a la financiación de la UE de la investigación que implica
directa o indirectamente la destrucción de embriones humanos. A este respecto,
recuerda la declaración de la Comisión Ejecutiva de la
COMECE, de 31 de mayo de 2006: “Tratar al embrión humano como objeto de
investigación no es compatible con la dignidad humana”.
El uso de
embriones humanos para fines de investigación (por ejemplo, su destrucción o la
investigación con células madre derivadas de estos embriones) no es aceptable.
Además no hay necesidad de emprender esta investigación; según los expertos, las
células madre de adultos y las células madre del cordón umbilical, ofrecen una
vía alternativa con interesantes y reales perspectivas para la
terapia.
El
Secretariado de la COMECE se siente perplejo por la contradicción entre esta
decisión, que es un ataque a la dignidad humana y al principio de la vida, y el
objetivo de la Unión Europea de promover terapias encaminadas a salvar vidas
humanas. Esta decisión contradice también la Carta de Derechos Fundamentales de
la UE que establece en el artículo 1: «La dignidad humana es inviolable. Debe
ser respetada y protegida».
Por
consiguiente, llamamos la atención de la opinión pública sobre la gravedad de
esta decisión. Subrayamos una vez más la importancia fundamental de las
dimensiones sociales, éticas y bioéticas de este debate para Europa y su futuro.
Invitamos a nuestros conciudadanos y especialmente a los católicos a reconocer
la significación antropológica de este debate respecto a la dignidad humana. Les
llamamos a hacer todo lo que puedan para fomentar este debate en las
instituciones europeas, en los Estados Miembros y en la sociedad civil. Esto es
vitalmente importante con vistas a la segunda lectura en el Parlamento Europeo
en otoño.
Monseñor
Adrianus Van Luyn, obispo de Rotterdam, presidente
Monseñor
Noël Treanor, secretario general.
[Traducción
realizada por Zenit]
Fuente:
ZS06072710